Leer o escribir versos dejan volar el alma, alimentan el espíritu y reconfortan el cuerpo y, si los cambias por literatura…esa deliciosa novela… Simplemente aprovecha la comodidad del patio y empieza…
¿Por qué escribir poesía?
Es la necesidad perentoria de sacar algo desde muy dentro que no sabría explicar; sé que llega o aparece y necesita volar, y antes que me invada y se instalen para siempre la nostalgia o la tristeza me doy la alegría de soltar el duende en versos que son sentimientos o… ¿sentidos en acción?
La poesía puede estar lejos de la razón, da pinceladas a los desembarcos, al ocre del recuerdo, a la magia del amor y el punzante dolor de la pérdida, la ausencia y el desamor.
Los versos se escriben en la noche, al amanecer, con lluvia o con sol, frente a una mujer indígena, cerca del amado, sobre la arena o un costal con mazorcas de maíz, le canta a la presencia o a la ausencia…Los versos son la vida misma.
Un verso lo puedo escribir en quietos papelitos, servilletas, libretas de trabajo, con la letra temblorosa por la marcha de un bus, un metro, un avión o un barco, en un café o después de una copa.
El otoño, el verano, el invierno o la primavera, un día brumoso, la alegría o el llanto de un niño, el nacimiento de una hija, la caída de una hoja pueden ser lo corriente y lo son, si no tocan tu alma, si tu esencia de amor no vibra y tu energía no vuela con ansias de libertad.
Escucha el silencio en la conversa
Entre viento y hojas,
Aleteo y canto de aves
sobre el fulgor de la hierba.
No lo captan ni mi cámara ni mis palabras.
¿Palabras de la naturaleza?
No, no son palabras…
¡ES-UN-POE-MA!
Dime entonces poeta ¿Cómo, cómo se escribe un poema?
También los tiempos de exaltación de los deseos en la juventud y su altruismo, de sueños que parecían posibles, los tiempos difíciles que te lanzaron las botas y fusiles de un Estado corrupto, la carrera hacia el exilio para salvar tu vida y la de los tuyos después de que te quitaran muchas vidas parte de la tuya, cuando te quitaron el habla y el pensamiento, parecía que todo, todo estaba perdido, pero…
Pero… para un espíritu libertario siempre existirá la poesía. Siempre, siempre, siempre me quedará la palabra, me quedará la palabra pensada o escrita ¡Me quedará la poesía!
Sueños
Deja que vuelen y sonrían
con intensos colores,
luces fuertes,
cristales simples y compuestos.
Son mis sueños,
deja que vuelen, los llevo yo.
¡No! No los toques.
No intentes darles forma
son mi vida
y la vida se la doy yo.
Son mis sueños.
Deja que vuelen, que vuelen,
con forma mis sueños,
sueños no son.
Autora: Fabiola Calvo Ocampo
Mi yo en mi
YoArena esparcida
raíz de la montaña en mí
verde plateada.
Yo como tú
escencia itinerante
de la historia.
Yo
agolpada en mí.
Yo en mí esperando
Sin fin eternidad
mi eternidad
de soplos creadores
de aguas en quietud
tablas ancladas.
La compuerta.
Mi yo en mí, en vuelo.
Arena esparcida
raiz de la montaña en mí.
Autora: Fabiola Calvo Ocampo
Desplazado
Viviendo a duras penas
habitando una urbe extraña
añorando su casa lejana
amenazado
obligado a marcharse
sentenciado si se queda
apartado de su gente
expulsado
Resistiendo escasamente
para que no lo mate la nostalgia
cosechando sin embargo
una esperanza en su mente
una obsesión persistente
regresar
volver a sus tierras nuevamente
Perseguido
obligado a escapar
amenazado de muerte si se queda
dejando su cosecha abandonada
en su nueva ciudad
dueño de nada
Autor: Mauricio Restrepo