La narración inicia cuando Amalia, una periodista vinculada a la izquierda en actividades políticas clandestinas, intenta relacionar dos hechos en un mismo lugar pero en diferentes tiempos históricos. Desde ese momento, los acontecimientos se suceden: es asesinado su hermano Oscar William, experimenta una extraña situación en la que, al tiempo que asiste al reconocimiento y entierro de su ser querido, sigue compartiendo tiempo y espacio con su recuerdo. Desde la memoria presente y palpitante, su hermano pide que se le organice una fiesta de despedida…en medio de la rumba Oscar William se esfuma tras la neblina.

Desde entonces, la vida de Amalia transcurre entre la realidad y la ensoñación, en un juego simultáneo de tiempo y espacio, las circunstancias la obligan al exilio en España. Luego, la necesidad la lleva a regresar a sus raíces, se reencuentra con su pasado y una circunstancia repentina la lleva de vuelta al espacio intermedio que conoció tras la muerte de Oscar William, donde conviven los vivos y los muertos.

Del libro se destaca la maestría con que la autora logra tocar temas tan crudos, la intertextualidad con otras obras literarias, poesía y música, así como los juegos del tiempo y de narrador, todo lo cual permite que de una forma tranquila y alegre la persona que lo lee vaya adentrándose en parte de la historia del país. Finalmente, el texto rescata dos documentos históricos casi lanzados al olvido: la defensa política de Jairo Calvo Ocampo ante el Consejo de Guerra de 1975 y la Propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente por parte de Óscar William Calvo Ocampo en la firma del acuerdo de paz de 1984 realizada en Medellín.